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El IPC base 2016, un indicador más preciso y representativo de los hábitos de consumo de los hogares

27-02-17

Los artículos estacionales reciben un nuevo tratamiento metodológicoLos artículos estacionales reciben un nuevo tratamiento metodológico

El INE ha publicado el primer Índice de Precios de Consumo (IPC) en la nueva base 2016. Este indicador contiene diversas novedades que lo hacen más preciso y representativo de los cambios que se han producido en los hábitos de consumo de los hogares en los últimos años.

Cuando se diseña una operación de cambio de base existen dos elementos cruciales cuya revisión es imprescindible acometer: la composición de la cesta de la compra y la estructura de las ponderaciones.

Nueva cesta de la compra

El cálculo del IPC se realiza a partir del seguimiento de los precios de una muestra de bienes y servicios representativos del consumo de los hogares. A medida que transcurre el tiempo, esta cesta puede ir perdiendo representatividad del comportamiento de los consumidores, por lo que es preciso actualizarla, incorporando nuevos productos o eliminando otros que hayan dejado de ser importantes.

En la nueva base 2016, los cambios más destacables por su relevancia o porque representan una novedad respecto a los consumos tradicionales, han sido la incorporación de los servicios en línea de vídeo y música, el café monodosis y los juegos de azar. Por su parte, algunos artículos han dejado de formar parte de la cesta, como el brandy, la videocámara o el DVD grabable, entre otros.

Como resultado de estos cambios, la cesta de la compra del IPC base 2016 pasa a tener 479 artículos, frente a los 489 de la base anterior.

Estructura de ponderaciones

El otro elemento fundamental en un cambio de base es la estructura de ponderaciones. Cada producto de la cesta de la compra tiene asignado una ponderación que representa su importancia relativa frente al resto, en función del gasto realizado por los hogares. A lo largo del tiempo estos pesos pueden ir variando, en la medida en que lo hacen los comportamientos de los hogares.   

Aunque cada año se revisan los pesos de los grandes agregados que componen el IPC, para mantenerlo actualizado, cada cinco años, en el cambio de base, se realiza una actualización completa de la estructura que afecta a todos los niveles de desagregación y que permite representar de forma más precisa las nuevas pautas de consumo de los hogares.

Para ello, se utiliza la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) como fuente principal de información, junto con información procedente de la Contabilidad Nacional, el propio IPC y otras fuentes de la oferta de los diferentes sectores.

Otros cambios

En un cambio de base también se estudian todos y cada uno de los elementos que conforman el cálculo del IPC. Así, es habitual la revisión y actualización de la muestra (desde los municipios seleccionados hasta los establecimientos donde recoger los precios), aunque no estrictamente imprescindible. También se debe considerar la posibilidad de modificar aquellos tratamientos puramente metodológicos que puedan mejorar la precisión con la que se mide la evolución de los precios.

La nueva clasificación del IPC

En toda estadística es importante establecer una metodología que garantice la mayor precisión, pero también cuál debe ser la forma más adecuada de presentar los resultados. Para ello, el IPC (al igual que la EPF) siempre asumió las sucesivas clasificaciones internacionales de consumo. Así, desde el año 2002, la clasificación utilizada fue la COICOP, que ha sido sustituida el pasado año en el ámbito europeo por otra mucho más detallada y adaptada a los consumos actuales, la ECOICOP (European Classification of Individual Consumption by Purpose). 

El IPC base 2016 incorpora esta nueva clasificación, que ofrece un mayor desglose de las parcelas de gasto en que se estructura la información que se difunde. Así, por ejemplo, el número de subclases (agregaciones de bienes y servicios al máximo nivel de detalle) aumenta de 126 en la base 2011 a 219 en la base que ahora se estrena. 

Cambios metodológicos

En el IPC base 2016 se ha introducido una nueva definición de campo de consumo, basada en el concepto de gasto en consumo final de los hogares del Sistema Europeo de Cuentas (SEC). Esto afecta a la ponderación de los seguros, donde al gasto bruto proveniente de la EPF se le detrae el montante de las contraprestaciones percibidas por los hogares, y a los automóviles usados, cuyo gasto pasa de incluir todas las transacciones a incorporar solo aquellas realizadas entre los hogares y las empresas.

Otro cambio relevante es la aplicación de un nuevo tratamiento metodológico para los artículos estacionales (frutas y verduras frescas), basado en la estimación de los precios de los artículos que no estén disponibles en el mercado. De esta forma se consigue una medición más precisa de la evolución mensual de los precios.

Todos estos cambios que se han producido en la nueva base 2016 mejoran la representatividad del IPC que, a partir de ahora, reflejará de manera más fiel las pautas de consumo de los hogares españoles.

 

NIPO: 096-20-015-8
ISSN: 2255-5625
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