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Hay que situarse en la España del XVI para poder valorar con justicia el proyecto que nunca pudo terminar Don Fernando Colón y que conocemos como Descripciones de Don Fernando Colón 1517-1523.

El invento de la imprenta había abierto un nuevo camino, no agotado por ahora a pesar de Internet, al conocimiento y la comunicación. Todo lo que se sabía se podía escribir, describir o dibujar y luego divulgar impreso. El mundo entero, que cada vez era más grande, podía atraparse en las páginas cosidas de un libro y ponerse al alcance de cualquiera que pudiera ver y supiera leer. Y lo que imaginó el hijo del Almirante que había descubierto América es que él podría descubrir España, toda España, todos sus lugares y rincones, a todo el que llegara a ver y leer su libro, un libro en el que se describiría, con la mayor exactitud posible, cada lugar, cada rincón, cada sitio, de modo que cualquiera que lo leyera pudiese saber cuan grande es y pueda dar cuenta de ello como si hubiese estado en él.

Don Fernando contrató agentes para hacer las investigaciones necesarias y comenzó con todo entusiasmo su estupendo proyecto en el año 1517. Sin embargo, sólo seis años después, en 1523, la recopilación de datos tuvo que terminar. Una Orden Real del emperador Carlos V prohibió que se continuasen los trabajos, quizás por el valor estratégico de la información contenida en las descripciones.

Los fragmentos que nos quedan de las anotaciones tomadas en su momento, que son los que conocemos como las Descripciones de Don Fernando Colón, se encuentran repartidos entre la Biblioteca Colombina de Sevilla y la Biblioteca Nacional de madrid. En su conjunto son una amalgama de anotaciones variopintas sobre cerca de 1.300 lugares de España que nos permiten atisbar cómo eran esos sitios a comienzos del siglo XV... casi, casi como si hubiésemos estado en ellos.

En este volumen que edita el INE en su colección de libros de autor, el lector puede encontrar, además del análisis del contenido, las Descripciones, un resumen de las propias anotaciones que hicieron los agentes de Don Fernando y otros textos sobre la España del XVI escritos por viajeros contemporáneos. También se incluye la transcripción de una Geografía de España y Portugal escrita sobre 1530 y cuyo original se encuentra en la Biblioteca del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial y un Índice Topográfico en el que se reseñan todos los lugares incluídos dentro de las páginas de la obra.

Las ilustraciones reproducen algunas de las páginas de los originales manejados, mapas y otros motivos de obras de la època.