1912 - 1944


“La obra que se inicia con el volumen de 1912 puede considerarse como continuación de la que fue suspendida 42 años atrás […] sin embargo, el plan, la organización, los procedimientos y hasta las tendencias del presente trabajo son completamente distintos [...] por eso asignamos al presente volumen el número I de la serie”.

Anuario Estadístico de España 1912. Preámbulo.


La progresiva consolidación de la estadística oficial y del cuerpo de funcionarios de estadística se traduce en la producción de Anuarios homologables con otros países, con un índice de materias que prácticamente llega hasta nuestros días.

El anhelo por hacer “estadística” se refleja en la presentación de series largas de datos con formatos estructurados. En 1920 se elaboran los primeros "números índices de precios" a partir de una cesta de la compra rudimentaria compuesta por 74 productos.

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Los anuarios de esta etapa estarán marcados por su continuidad, la serie solo se vio interrumpida de 1936 a 1942 como consecuencia de la Guerra Civil.

Las alteraciones y efectos de los distintos regímenes políticos de este periodo histórico, se verán reflejados en las modificaciones surgidas en los anuarios mencionados.

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Inicio de la protección social en España: La Beneficencia

De finales del XIX al primer tercio del siglo XX, la obra social en España se concretó en la Beneficencia pública. Servicio destinado a la realización de prestaciones gratuitas y de subsistencia, a favor de las personas más necesitadas, sufragada y dirigida por bienes públicos y privados. Desde 1912 los Anuarios recogerán diversos datos de este ámbito.

La legislación se desarrolló en tres grandes campos: Regulación de las condiciones de trabajo, prevención social y las nuevas instituciones destinadas a gestionar los nuevos derechos sociales.

La intervención estatal se centró, especialmente, en mejorar los servicios sanitarios: hospitales, vacunaciones, ayuda a la maternidad, protección a la infancia, enseñanza y difusión de las prácticas higiénicas, con el fin de mitigar y dar respuesta al gran problema social de la mortalidad, en especial, la infantil; según datos de Anuario de 1916, en 1911 de cada 100 fallecidos el 40,6 correspondía a menores de 5 años.

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Una incipiente mecanización agrícola

El sector agrícola fue el soporte principal de la economía española hasta la década de 1960. La Reforma Agraria fue uno de los objetivos, no conseguidos, de la Dictadura de Primo de Rivera y de la República. Los Anuarios entre 1926 y 1936 confirman el predominio del cultivo cerealístico, de bajos rendimientos —de 4 millones de toneladas de trigo en 1926 a 4,2 en 1935—, seguido del de viñedos, olivares y naranjos.

Paralelamente, desde 1926 se impulsaron mejoras técnicas en la incipiente mecanización del campo y en los sistemas de regadío, que culminaron en 1933 en el Plan de Obras Hidráulicas, que a causa de la lentitud de la acción pública quedo focalizado en el Valle del Ebro.

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Autarquía. Las cartillas de racionamiento

Terminada la Guerra Civil, el aislamiento con el exterior agudizó aún más el problema económico y España hubo de vivir bajo una fuerte restricción del consumo e insistir en la política de autarquía económica como único remedio.

Una Orden de 14 de mayo de 1939 estableció en España el Régimen de Racionamiento, que perduró hasta 1952, información que puede ser consultada en los Anuarios relativos a estos años. Con el objetivo de paliar las necesidades básicas alimenticias de la población, mediante la distribución de artículos de primera necesidad: aceite, leche, legumbres, jabón, etc. utilizando cartillas de racionamiento, que hasta 1943 eran colectivas y en este año pasaron a ser individuales. El racionamiento no cubrió las necesidades y finalizada la Guerra Civil se vivieron años de hambre y miseria.