Los Anuarios del periodo 1945-1975 estarán marcados por
las directrices de la Ley de 31 de diciembre de 1945, promulgada en el primer quinquenio de la dictadura del general Franco. Desde entonces, dicha ley será la rectora de la estadística oficial del nuevo Instituto Nacional de Estadística.
Durante el largo periodo entre el final de la Guerra Civil y la muerte de Franco se produjeron importantes transformaciones socioeconómicas, fundamentalmente entre los años 1959 y 1974.
Este periodo queda retratado en cuatro estampas representativas: las chimeneas humeantes de unos altos hornos, un grupo de emigrantes con sus maletas en el andén de la estación con destino a la Europa próspera, la playa de Benidorm abarrotada de veraneantes y un fotograma de La gran familia —película declarada de interés nacional—, que nos lleva a aquellos tiempos del Premio Nacional de Natalidad y sus matrimonios con quince hijos...
A comienzos del siglo XX, España inició una tímida penetración en África,
siguiendo la moda del colonialismo del momento. En 1912 una vez realizado el
reparto de Marruecos con Francia, España ocupó un territorio al norte: Yebala-
Rif. Por un decreto de 21 de agosto de 1956, El Sahara e Ifni obtuvieron el
rango de Plazas y Provincias Africanas.
En 1969, debido a la presión descolonizadora de la ONU, España retrocedió a
Marruecos el territorio de Ifni. El estatus legal del territorio y soberanía del
Sahara Occidental están sin resolver en la actualidad.
La restauración española de Guinea se inició en 1885. En 1926 al unificarse
los territorios e islas pasaron a llamarse Guinea Española. Desde 1959 y hasta
su independencia en 1968, Fernando Poo y Río Muni adquirieron el estatus de Provincias Españolas del Golfo de Guinea.
Las familias rurales con destino al medio urbano fueron las grandes protagonistas del movimiento migratorio en España de 1950 a 1975.
A ello contribuyeron la transformación de los medios de producción agraria con
una mayor concentración y mecanización de las explotaciones. Por otro lado, el Plan de Estabilización de 1959 favoreció la absorción por la industria del
excedente de mano de obra agrícola. Se calcula que 3.100.000 españoles se
trasladaron a la ciudad en la década de 1960. El destino se centró en los focos
industriales y del sector servicios de Madrid, Barcelona y País Vasco.
Después de la Guerra Civil, la nueva política agraria se orientó hacia una
reforma socio-económica de la tierra. Con la creación del Instituto Nacional de Colonización (INC) en 1939 se pretendió conseguir, un aumento de la producción a través del progreso en la forma de explotación y en fórmulas de colonización que no afectaban a la propiedad privada, primando la expansión del regadío y la parcelación en pequeñas explotaciones familiares.
La tarea de colonización más importante se llevó a cabo entre 1956-1960 cuando los
asentamientos, gracias al Plan Badajoz llegaron a alcanzar los 2.000 colonos
anuales. Aunque los anuarios no recogen más información, algunos autores señalan que el número de colonos desplazados hasta 1975 fue de 48.000, repartidos en 300 poblaciones de nueva creación surgidas en zonas
transformadas previamente en regadío.
Los Planes de Desarrollo,
que se
llevaron a cabo desde 1959
generaron un fuerte crecimiento de la
economía española hasta 1974,
como reflejan las tasas del PIB. Estos programas impulsaron el
desarrollo de la industria, destacando
particularmente la siderúrgica, cuyo
florecimiento está en relación con
nuevos sectores demandantes de
derivados del hierro (automoción y
construcción especialmente).
El crecimiento se alimentó del
trasvase de población rural a las
zonas urbanas industriales, lo que
daría lugar a grandes desequilibrios
regionales y a un sector primario con
cada vez menos peso en el PIB y
menor tasa de ocupación de empleo.
Tras la imagen de las concurridas playas mediterráneas subyacía el trasfondo de un país empeñado en fiar su crecimiento económico a las oportunidades que ofrecía el turismo.Cuando en el Anuario de 1954 se registraban por primera vez estadísticas de turismo no hacía el INE sino constatar una realidad que había despuntado entonces y que se convertiría en el sector con más peso del PIB español.
En los años 60 y mitad de los 70 miles de españoles emigraron a países de Europa occidental como Alemania, Francia o Suiza, que sustituyeron a los tradicionales destinos americanos. El Instituto Español de Emigración, creado en 1956, gestionó el proceso. Al margen de los acuerdos oficiales, hubo también una emigración irregular con cifras similares. La emigración ayudó, en buena parte, a solventar el problema del paro y a financiar, con sus remesas de divisas, los planes de desarrollo.
Los datos de las estadísticas del
Movimiento Natural de la Población reflejan
un aumento sustancial de los nacimientos entre mediados de los años 50 y
1975, a partir del cual se produce un descenso relevante.
En España, este fenómeno se produjo con diez años de retraso respecto a
Europa occidental y los países anglosajones.